En el artículo de la semana pasada te invité a que te hicieras dos sencillas preguntas sobre tu vida y tu situación personal y que recapacitaras si estabas actuando conforme a tus prioridades o si te estabas dejando llevar por los cánones de la sociedad o las expectativas de las personas que te rodean.
Si respondiste negativamente a alguna de las dos preguntas y has resuelto que te gustaría empezar a sentirte dueño de tus decisiones y vivir una vida más consciente y alineada con tus deseos, déjame darte la enhorabuena. Dándote cuenta de que necesitas tomar un papel más activo en tu vida, ya has dado el primer paso en este camino.
Cualquier vida, no importa lo compleja que sea, está hecha de un solo momento. El momento en que un hombre descubre de una vez y para siempre, quién es. Jorge Luis Borges
Ahora es el momento de empezar a luchar por lo que quieres.
Y para esto, lo más importante, es saber lo que quieres.

Si perdiste tus sueños de vista hace ya mucho tiempo y en los últimos años te has dejado llevar por las prisas de la vida, es posible que ante la pregunta: ¿qué te gustaría hacer realmente?, simplemente te quedes en blanco y no sepas reaccionar.
Es imposible saber lo que quieres si no te has parado a pensarlo con detenimiento.
En mi caso, tras empezar la Universidad y cuando llevaba un año estudiando la carrera de ingeniería, me di cuenta de que realmente no estaba haciendo lo que quería hacer. Aunque la había elegido libremente, me había equivocado.
Recuerdo que me pasó durante el primer verano que tuve que quedarme en casa estudiando para los exámenes de septiembre. Hasta aquel momento, a mí siempre me habían gustado casi todas las asignaturas que había estudiado y solía sacar buenas notas sin esfuerzo. Sin embargo, la carrera no me gustaba en absoluto y eso me hacía muy difícil sentirme motivada para esforzarme al 200%. Evidentemente quería aprobar, pero era mucho más difícil estudiar algo por lo que no sientes interés que algo que te gusta y te interesa.
Me di cuenta de que quería cambiar de carrera, pero no tenía ni idea de qué podía hacer en su lugar. Cuando terminó el verano y empezó el curso siguiente, aún no se me había ocurrido ninguna alternativa. Me bloqueé y no conseguí pensar en una carrera que me pudiera gustar más. Así que seguí estudiando ingeniería ese año, al igual que al año siguiente y así, durante varios más, hasta que terminé.
Si por aquel tiempo alguien me hubiera preguntado: ¿entonces qué te gustaría hacer ahora?, probablemente se me habrían saltado las lágrimas del agobio y habría dicho: ¡no lo sé!
Cómo saber lo que quieres
Permitirte soñar a lo grande sobre lo que te gustaría hacer, en una cultura que lleva años adoctrinándonos de forma subliminal para que seamos más realistas y elijamos la vía práctica antes que la idealista o la que de verdad despierta nuestra pasión, es una tarea que puede parecer hercúlea.
Sin embargo, aunque ahora te pueda parecer imposible y te quedes completamente en blanco cada vez que pienses sobre cómo orientar tu vida, existen algunos trucos que te ayudarán a inspirarte y volver a escuchar los secretos mejor guardados de tu corazón.
A mí me costó algunos años volver a recordar las cosas que me movían por dentro y me apasionaban y ahora casi me cuesta creer que pudiera estar tan perdida.
Así que ahora me gustaría compartir contigo los consejos que más me ayudaron en este camino.
1. Dedica tiempo a averiguarlo sin presionarte
Solemos dedicar mucho más tiempo a nuestras obligaciones diarias y a pozos temporales que a escuchar lo que nuestro cuerpo quiere y a pensar en cómo conseguirlo.
En mi caso, cuando me di cuenta de que quería darle un giro a mi vida, pensar en cómo hacerlo y cómo iba a planificar mis siguientes pasos era un ejercicio que siempre me producía estrés y agobio y que acababa teniendo que abandonar tras unos minutos.
Un día me di cuenta de que estaba presionándome demasiado para averiguar lo que quería, intentando exprimir mi cerebro para que me diera una idea concreta, para que me mostrara un camino que me hiciera ilusión seguir.
Esto no funciona así.
Saber lo que quieres puede ser un proceso lento, que pasa por el análisis de mucha información y el contacto con muchas fuentes de inspiración.
En el proceso, es necesario mantener una actitud relajada y positiva y entender que nuestros intereses cambian continuamente en función de nuestras circunstancias y que por eso tenemos que aprender a escuchar los mensajes de nuestro cuerpo y a vivir nuevas experiencias que nos ayuden a descubrir nuevas opciones.
Además, hoy en día no solemos tener tiempo para pensar de verdad. No se puede pensar y conectar con tu interior si estás rodeado de gente. Y hoy en día y gracias a los medios de comunicación, el whasapp, etc. la gente SIEMPRE nos rodea.
¿Cuándo fue la última vez que saliste a dar un paseo en solitario?
¿O que te tumbaste en el sofá con la tele apagada y en silencio sólo para pensar un poco?
No podrás saber lo que quieres si llenas todo tu tiempo de ruido, gente o tareas pendientes.
La próxima vez que quieras dedicarle un tiempo a escucharte a ti mismo prueba a:
- Dar un paseo solo y con el móvil apagado. Aunque no notes nada en ese momento, tu cerebro sí lo hará. Los pensamientos fluirán con mayor rapidez y despejarás la mente de ruido
- Practica algún deporte al aire libre como salir a correr o ir con la bicicleta sin estar escuchando música a la vez, sólo concentrándote en lo que haces y tu entorno
- Túmbate con la espalda bien apoyada y cierra los ojos, mientras escuchas una música relajante
Ya verás como estas actividades te ayudan a parar el ruido de tu mente, que te impide concentrarte en lo que verdaderamente quieres hacer.
2. Recuerda los sueños que tenías de niño y las cosas que te interesaban
Los niños saben perfectamente en cada momento las cosas que querrían hacer. Pero con el tiempo y según van madurando, se acostumbran sólo a pensar en lo que deberían hacer.
Pero con el tiempo, esos niños se olvidan de pensar de forma idealista y se acostumbran a pensar en lo que deben hacer.
Así que si quieres volver a vivir una vida más consciente y sentirte más realizado personal y profesionalmente, es importante que vuelvas a pensar como cuando eras niño.
¿Qué solías hacer entonces?
¿Qué era lo que más disfrutabas?
¿Qué sueños tenías?
La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con que jugaba cuando era niño – Nietzsche
3. Haz un proyecto de vida
Este paso es fundamental para que puedas canalizar tus pensamientos hacia objetivos concretos, que te permitan conseguir lo que quieres.
¿Nunca te has parado a hacer un proyecto de vida? Pues te recomiendo que leas este artículo donde te explico lo principal que deberías saber.
4. Tómate un tiempo para explorar las cosas que te gustan
Una vez que hayas podido aclarar algunas de tus ideas principales, es importante que empieces a probar y experimentar, para que veas si lo que has pensado coincide con la realidad.
Muchos deseos que tenemos en nuestro corazón, pueden ser la imagen idealizada de una realidad que verdaderamente no nos identifica, ni está alineada con nosotros mismos. Por eso es importante que dediques tiempo a experimentar de primera mano que las cosas son como las has imaginado.
Tras mucho darle vueltas a varias ideas, yo dediqué unos meses a probar varias de las alternativas que había definido en mi proyecto de vida. Y descubrí que no todas eran como me había imaginado, y que algunos sueños que creía que acabarían siendo el centro de mi vida, me gustaban más cuando podía considerarlo como hobbies o actividades secundarias. Y aprendí que había otras opciones que hasta el momento no había pensado, que me llamaban verdaderamente la atención.
Todo eso fue posible gracias a este tiempo, que me sirvió para probar muchas cosas y darme cuenta de lo que me gustaba y lo que tenía que descartar.
¿Y si después de esto, aún no logras saber lo que quieres?
Dudo que si sigues todos estos pasos y te tomas el tiempo necesario, no te sientas aunque sea mínimamente inspirado.
Pero si es el caso, sólo te queda tener paciencia y empezar a dedicar algún tiempo a explorar nuevas actividades que te hagan salir de tu zona de confort y aprender nuevas habilidades que puedan despertar tu interés hacia algo en concreto o que puedan ser útiles en el futuro.
Recuerda que como dijo Picasso, la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.
Lo importante es que no dejes de trabajar en ti mismo, hasta que encuentres lo que verdaderamente te hace vibrar.
Gracias por el articulo!!!
Llevo un tiempo buscando recuperar mis sueños, pero yo tambien me desespero como tu dices cada vez que pienso en ello. Parece que toca tener paciencia!
Exacto! ánimo y paciencia, que es la madre de la ciencia 😉 (topicazo)
Hace tiempo que por fin sé lo que quiero, soy una persona muy dubitativa y con las cosas poco claras, pero de repente vi la luz y empecé a encaminarme a ella, primero supe que quería una cosa, y luego poco a poco fui sabiendo más, pero es difícil, muy difícil y hay que tener una paciencia infinita para esperar, para llegar a tus metas. He ido consiguiendo cosas, pero me sigo angustiando de vez en cuando por las que aún tardan por llegar, yo estoy poniendo todo mi empeño, estoy bien encaminada, pero cuesta, vaya si cuesta. Hoy tengo un día de esos malos y justo me encontré con tu artículo, lo he leído y sí, es así, yo ya lo he pasado, pero qué pasa después cuando vas por tu camino y es todo tan lento y te frustras¿?
Un saludote y me ha gustado
Gracias por tu comentario! Si ya has salido de la fase de parálisis y bloqueo, piensa que vas por buen camino, que ahora sólo te queda tener paciencia y mantener una actitud positiva en que las cosas que quieres vendrán. Es fácil frustrarse si no tienes resultados desde el primer día, pero recuerda la frase de Camilo José Cela: quien resiste, gana. Un abrazo!
Hola, gracias por este gran artículo, me ha servido para serenarme ya que estoy en la etapa de parálisis. Siempre he tenido una vida planeada, con proyectos y metas pero ahora me siento perdida, Mi profesión me asfixió y la dejé, a demás me mudé de país buscando mejoraras en todos los aspectos pero me doy cuenta de que no sé que quiero. Por lo tanto, si no sé a dónde voy no llegaré. Es frustrarte estar así, sentir que mi vida no tiene mucho sentido, no tener ganar de levantarme en las mañanas,
Parece fácil responder las preguntas ¿Qué era lo que más disfrutaba de niña?, ¿Qué sueños tenía? Pero para mí no lo es, es que ni recuerdo esas cosas. Lo único que tengo claro era que cuando niña quería un estilo de vida muy distinto al dónde nací. Pero eso de: yo jugaba a ser doctora, modelo, nadadora…. eso no me pasó a mí o al menos me desconecté por completo. Seguiré tu consejo de dar paseos sola, hacer ejercicio y tenerme paciencia. Me interesa hacer un proyecto de vida (Fue por eso que aterricé aquí) pero será para después, como ya dije, el problema es que ahora mismo no sé las respuestas.
Buenas Sofía,
me alegra de que hayas encontrado útil el contenido del artículo :).
La parálisis creo que es la peor fase en la que una persona puede estar, porque no nos deja mirar hacia adelante ni darnos cuentas de las cosas positivas ni los pequeños avances que están ocurriendo en nuestra vida. Es muy difícil tener claro cuáles son nuestros objetivos y lo que queremos en la vida, pero por eso mismo hay que aceptar que es un trabajo que lleva tiempo y esfuerzo, e invertir el tiempo necesario en ello.
Te deseo toda la suerte del mundo! Estela
Me encanto tu artículo, no dudare en compartirlo con mis amigos y conocidos. Estoy entrando a la etapa de los 20, y constantemente me hacía preguntas sobre mi futuro, que no contestaba o simplemente postergaba la respuesta para los mil años. Gracias a tu articulo, eh ido encontrando el camino para recuperar la satisfacción hacia las cosas que realmente me apasionan y tomar las decisiones más acertadas para mi persona.
Saludos Estela
Pd. la frase de Jorge Luis Borges, le da un plus espectacular a tu artículo
Mil gracias por tu comentario Miguel y me alegro mucho de que te haya gustado el artículo ;).
Saludos, Estela