Una vez, hace muchos años, tuve un sueño en el que caía al vacío. Estaba jugando en la terraza de la casa de mis abuelos en un décimo piso, cuando de repente resbalaba y caía por el balcón. Fue una forma bastante absurda de morir.
Y al contrario que la mayoría de los sueños, en los que despiertas con la sensación de caer al vacío justo antes de tocar el suelo, en este caso llegaba abajo y todo se volvía negro.
Cuando volvía a recuperar la consciencia – aún dentro del sueño – seguía en el mismo barrio donde había caído, pero algo había cambiado.
Había un aura diferente en el ambiente y un silencio poco natural en las calles.
Al mirarme las manos descubrí que todo mi cuerpo, incluida la ropa que llevaba, se había vuelto de un color blanco grisáceo. Entonces me fijé por primera vez en las personas que había a mi alrededor. Algunas eran de un color gris muy oscuro, casi tirando a negro y otras de un blanco muy brillante que deslumbraba. Todas caminaban sin hablar y todas desprendían un aura distinta, que causaba un efecto distinto en los sentimientos.
Creo que ése fue el primer momento en el que me di cuenta de que había muerto. Entendí que mi alma aún no podía seguir avanzando y por eso había aparecido en aquel reflejo de la realidad.
Y entonces desperté.
***
Siempre he pensado que las experiencias que se viven en los sueños forman parte de la vida.
Recuerdo aquel sueño, y el sentimiento que me sobrecogió al entender que había muerto y que ya no era más que un fantasma, tan nítidamente como si realmente lo hubiera vivido.
¿Nunca has soñado que te peleabas con alguien y te has despertado de muy mal humor? ¿O has tenido una pesadilla y te has despertado sobrecogido por el miedo? ¿O un sueño feliz y te has despertado muy contento? Puede que la historia no sea real, pero los sentimientos que experimentamos sí que lo son. Aunque estemos durmiendo.
A lo largo de la historia, los sueños y su posible interpretación siempre han sido un objeto de fascinación y estudio. Pero aunque haya diversas opiniones en su interpretación, una cosa parece clara: soñar maximiza la experiencia vital.
Los sueños han inspirado e inspiran cada día a escritores y artistas de todo tipo. Es el caso de Stephen King, que se basó en un sueño que tuvo en un avión para escribir su novela Misery, o la escritora Stephenie Meyer que soñó con un vampiro que brillaba y que se enamoraba de una humana, antes de escribir la saga Crepúsculo. O el pintor Salvador Dalí, que afirmaba que muchas de sus obras no eran más que “fotografías de sueños pintadas a mano”.
En sueños volvemos a ver a personas que nos han dejado o llegamos a sentir emociones más intensas que en la realidad. A veces nos recuerdan cosas que son importantes y que hemos dejando en un segundo plano. Otras veces, simplemente, dejan campo libre a la imaginación y se atreven a dirigir nuestra propia película. Hay sueños que pueden convertirse en recuerdos y hay sueños que son tan reales que a veces cuesta recordar si algo pasó de verdad o sólo lo soñamos.
Es una pena que muchos adultos dejen de soñar con el tiempo. Que involuntariamente renuncien a ponerle un poco imaginación a la vida. Que acepten la realidad tal y como es, sin giros y sin fantasía. Es lo que suele pasar si se les deja de prestar atención a los sueños durante años.
Pero, si te gustaría volver a recordar lo que sueñas, hay trucos que se pueden emplear para que esto ocurra. En Internet puedes encontrar mucha información al respecto. En concreto, en esta página hay un resumen muy completo sobre cómo poder recordar los sueños y aprender a controlarlos, teniendo sueños lúcidos.
Los sueños lúcidos te permiten ir un paso más allá y darte cuenta de que estás soñando, pero sin llegar a despertarte. De repente pasas a entender cómo funciona el mundo del sueño y de mero espectador, pasas a poder controlar el sueño y lo que ocurre en él. ¿Has visto la película Origen? En la película, los personajes son conscientes de que están soñando y utilizan esto en su favor para que pasen cosas extraordinarias.
A mí siempre me ha interesado mucho el mundo de los sueños y, sin saberlo, he estado aplicando muchos de los trucos que se recomiendan para poder recordarlos y dirigirlos en cierta medida. Y te aseguro que funcionan. De pequeña aprendí a reconocer que estaba soñando y a despertarme de las pesadillas diciendo unas palabras. No sabes la de malos ratos que me ahorró. Las palabras eran “caldero mágico” (vete a saber por qué) y aún recuerdo decírsela a la bruja morena de la película El retorno de las brujas cuando intentaba atraparme en una habitación de mi casa. Otras veces, cuando me veo en mitad de un sueño repetido, intento no despertarme y ver si soy capaz de cambiar el final esta vez. Resulta muy emocionante intentarlo. Y desde hace años que intento no ver películas demasiado violentas por la noche porque sé que es muy probable que tenga pesadillas y sueñe que me persiguen o que estalla la guerra.
Cuando era pequeña, solía escribir los sueños cuando me despertaba en mitad de la noche. Y algunos tenían una historia tan completa y con tanto sentido como la de algunos libros y películas. Hace poco encontré el cuaderno donde solía apuntarlos y leer esas historias, en su mayor parte disparatadas pero muy originales, me tuvo entretenida un par de horas.
Sin embargo, en los últimos años con las prisas de la vida, he notado que ya no recuerdo tan a menudo los sueños como antes. Supongo que saltar cada día de la cama como un resorte con el sonido del despertador y ponerse en marcha corriendo, hace difícil dedicarle unos segundos a recordar lo que estabas soñando y ahondar en los detalles para no olvidarlos.
Pero me gustó tanto leer lo que había escrito y me inspiró tantas ideas para escribir historias, que me he propuesto volver a llevar un diario de sueños y aplicar los consejos que se mencionan arriba, para ver si es posible volver a recordarlos cada día.
Si los tomas un poco en serio, ¿quién sabe lo que un sueño te puede inspirar?
Y tú, ¿alguna vez has tenido un sueño lúcido que te haya inspirado a hacer algo?
Imagen portada: fuente
¡Yo también soñé que moría de pequeña! Pero a mi me quemaba un dragón de dibujos animados con sus llamas y me dejaba en huesos :-S y luego iba así por la vida.
Por suerte, yo sigo soñando mucho y casi a diario. Muchas veces son sueños sin más, otras sobre cosas que he leído o vivido recientemente, pero también hay muchos que sacan a relucir tus miedos o tus metas y te hacen pensar en ellos.
Flavia
¡Qué horror, espero que fueran llamas de dibujos también y no quemaran de verdad!
A mí me pasaba que casi siempre sueño con aventuras, como con películas que tienen un principio, un argumento y un final…
Ahora sueño menos que hace unos años así que me he propuesto recuperarlos, a ver si me inspiran para escribir jeje
Un abrazo!
A los 3 días de morir mi padre soñé con el. dicen que cuando en un sueño se te aparece una persona que ha muerto es porque te pide que le reces.
Mi padre me hablo , era el , no era un sueño, porque me dijo con todo el sentido que el había tenido siempre que se tenía que marchar de repente, como así fue, pero que cuidáramos de nuestra madre .
En el sueño iba trajeado como siempre y con su gabardina, se iba de viaje pero al cielo
Me encantaría volver a soñar con el y hablarle para contarle todo lo que se ha perdido después de 13 años.de no estar entre nosotros
Hola Cristina,
hay muchas personas que han descrito una situación parecida a la que tú comentas; que han soñado con un familiar fallecido recientemente que venía a hablar con ellos y se despedía antes de un viaje. A mí me ocurrió lo mismo cuando murió mi abuelo, también soñé que venía a verme y me hablaba. No recuerdo lo que me decía pero sí que me invadía un sentimiento de paz muy profundo. Pero luego nunca más he vuelto a soñar con él.
Yo había leído que cuando sueñas que estás hablando con una persona cercana que ha fallecido recientemente, es porque necesitas despedirte de ellos antes de que se vayan para siempre. Ya sabes que el mundo de los sueños es muy complejo y aunque hay modos para guiar tus sueños e intentar soñar con lo que quieres, normalmente se dice que es mejor no intentar soñar con las personas fallecidas porque ya partieron de este mundo y que ellas te visitarán en tus sueños si tienen un mensaje que darte.
Un abrazo